lunes, 25 de agosto de 2014

Harpagofito

También llamada Garra del Diablo es una planta originaria de Namibia. Tiene propiedades analgésicas, que hacen de su raíz una cura indispensable en caso de padecer dolores en
general y específicamente para dolores de artritis y artrosis, neuralgias y dolores de cabeza. También es antiinflamatorio, tiene buena actuación sobre inflamaciones de tipo reumático, artritis, bursitis o gota, pero sirve igualmente para cualquier tipo de inflamación
Al ser depurativo nos puede ayudar en caso de ácido úrico, colesterol, triglicéridos, acné, acetona, etc. También se considera la harpagofito como un estimulante de la circulación sanguínea y linfática.
Las mujeres embarazadas deberían evitar su uso, ya que es un estimulante de la musculatura uterina.





martes, 19 de agosto de 2014

Para los que se dejan influenciar por los demás


La influencia que ejercen sobre nosotros desde niños puede ser tan positiva muchas veces como negativa muchas otras: padres, madres, maestros y mayores desde niños nos están influenciando para ser mejores personas, lo deciden todo por nosotros, lo que es normal hasta cierta edad. A partir de una edad, cada uno tiene la suya propia, nosotros deberíamos empezar a tomar las riendas de algunas decisiones. Esta es una manera de conseguir cierta independencia, que protegerá a la larga nuestra propia autoestima. Si no conseguimos esa autoestima, si no creemos que seamos tan buenos como los demás, si nuestras ideas son siempre desdeñadas, nuestros valores desvalorizados, al final nos creemos incapaces de afrontar nuestra vida solos, puesto que nos falta seguridad y confianza en nosotros mismos.

Tener independencia no es solamente ser solventes el plano económico, sino también en el plano emocional. Muchas veces, estas personas sienten que van a defraudar a los seres queridos o se sienten rechazados por ellos. Mientras sintamos esos miedos, no seremos independientes emocionalmente. Debemos hacer y pensar un poco por nuestra cuenta, lo que nos gusta, lo que nos mueve, lo que creemos. No podemos bailar al son de los demás, porque entonces no bailaremos nada.

 
Agrimonia: Por no discutir renuncian a muchas cosas. Son personas alegres y joviales. Generalmente se les considera buenos amigos, pero se reservan sus penas tras un gran humor. Muchos toman alcohol o drogas para estimularse y llevar su carga con humor.
Son los payasos tristes, llevan una máscara de despreocupación aunque estén profundamente turbados. La ansiedad y angustia que sufren suele ser porque piensan que deben amoldarse a lo que les pasa y por tanto intentan restarle importancia y el hecho de no querer discutir suele ser para no acabar hablando de sus problemas.



Centaura: Son excesivamente serviles para agradar a los demás. Suelen desvivirse por los demás, sobrestimando sus propias fuerzas. Suelen ser personas tranquilas, tímidas y de poca personalidad, lo malo es que a menudo los demás se acaban aprovechando de ellos. Todo esto les acaba agotando, ya que dan siempre prioridad a las necesidades ajenas antes que a las propias, y por los demás acaban dejando de lado también su misión vital.



Nogal: Personas que tienen las cosas muy claras, pero se desaniman fácilmente. Sus objetivos tienen una importancia vital para ellos, pero son capaces de apartarse del mismo si el otro tiene una personalidad más fuerte, o incluso en algunos casos si considera razonable lo expuesto por la otra persona, les cuesta seguir con sus ideas sin pensarlo siquiera. Hay que destacar que a estas personas no les agradan los cambios de ningún tipo.




Acebo: Sufren de celos, odio, ira y envidia del éxito de los demás, sin que exista ningún tipo de motivo. La mayoría de las veces consideran a los demás más guapos, mas listos y más capacitados por definición, por lo que siempre recelarán de compañeros del trabajo, o de amigos de sus parejas, aunque realmente no haya ningún motivo para ello. Tienen una muy baja autoestima que les hace sospechar de todo y todos. Sienten envidia de los que han tenido mas éxito que ellos, sin pensar si ese éxito es merecido.



jueves, 14 de agosto de 2014

Para los que sufren abatimiento y desesperación


Según la rae:

Ø  abatimiento.
  • Acción y efecto de abatir o abatirse
  • Humillación, afrenta o bajeza.
  • Postración física o moral de una persona.
  • Ángulo que forma la línea de la quilla con la dirección que realmente sigue la nave.
  • Persona o cosa afrentosa.
Ø  desaliento. (De desalentar).
  • Decaimiento del ánimo, desfallecimiento de las fuerzas.
Ø  desalentar.
  • Entorpecer la respiración, hacerla dificultosa por la fatiga o cansancio.
  • Quitar el ánimo, acobardar.
Ø  desesperación. (De desesperar).
  • Pérdida total de la esperanza.
  • Alteración extrema del ánimo causada por cólera, despecho o enojo.
  • Persona o cosa que provoca esas emociones.
Ø  desesperar
  1. desesperanzar.
  2. coloq. Impacientar, exasperar
  3. Despecharse, intentando quitarse la vida, o quitándosela en efecto.
Ø  desesperanzar
  • Quitar la esperanza.
  • Quedarse sin esperanza.

Son personas que han perdido la esperanza, los ánimos y las fuerzas psíquicas, mentales y emocionales de mejorar en algo su presente.

Por los motivos que sean, temor al fracaso, culpa, agotamiento o sensación de insuficiencia, estas personas han tirado la toalla y ni siquiera quieren pensar que haciendo un esfuerzo puedan cambiar aquello de la que sufren. Generalmente no buscan culpables en los demás sino que casi siempre piensan que son ellos los que ha fallado, por no estar preparados, por no haber controlado todo, por haber estado luchando mucho sin conseguir lo que perseguían,  o simplemente porque creen que no han hecho lo suficiente.

A mi modo de ver este tipo de personas, que si han querido hacer un esfuerzo, lo han hecho en una dirección posiblemente equivocada, basta con probar de hacerlo de otra manera, aunque ellos no han sabido ver cual. Lo han intentado “todo” sin los resultados obtenidos y ya no piensan que valga la pena seguir intentándolo.


Alerce: Los que no arriesgan por temor al fracaso. En el momento que se les plantea un reto prefieren dedicarse a otra cosa por miedo a no saber enfrentarse a ese reto y fracasar. Creen que no son lo suficientemente buenos como para enfrentarse y no se ven capaces de obtener un éxito en nada de lo que se propongan. Se menosprecian y se comparan con los demás, a quienes toman como referencia de éxitos. Por lo general, les viene de la infancia, de haber oído una y otra vez que no sirves para nada, que todo lo haces mal, que no haces nada bien.


Pino: Para los que sienten culpa por todo, incluso cuando algo les sale bien se sienten insatisfechos, porque creen que podían haberlo hecho mejor. Se sienten responsables incluso de los errores de los demás. Se autorreprochan y castigan a si mismos por no hacer mejor las cosas y se hacen responsables de los errores ajenos. Son personas muy escrupulosas y exigentes consigo mismos, por lo que trabajan en exceso causándose muchísima tensión emocional. Son personas que piensan que no merecen nada, puesto que no son perfectos.





Olmo: Sentimiento ocasional de insuficiencia. Para aquellos que haciendo bien su trabajo y siguiendo su vocación creen que algún día puedan hacer algo importante en pos de la humanidad.
Suelen estar en puestos de gran responsabilidad, suelen ser seguros de si mismos, de sus deseos y de poder realizarlos, pero si se sobrecargan o la responsabilidad es excesiva, decaen y entran en depresión. En esos momentos, sienten que están fallando y temen por las personas o proyectos que de ellos depende.


Castaño Dulce: Agotamiento total en el que la persona se abandona totalmente. Es la esencia para estados límite. Para esos momentos en que la angustia es tan grande que es insoportable... solo queda destrucción y aniquilamiento. Ya han llegado al límite de sus responsabilidades y acaba abandonándose, puesto que su agotamiento es total. Este es un estado puntual y es tan agudo que sobrepasa los límites de la resistencia humana. Existe la sensación de que uno se va a romper en cualquier momento.



Estrella de Belén: Para los que están muy deprimidos por una gran desdicha momentánea.
Suelen sentirse en un estado shock provocado por una gran desgracia: la muerte de un ser querido, un accidente, la noticia de una enfermedad terrible y por un tiempo se niegan a ser consolados.






Sauce: Para los que no aceptan los reveses de la vida sin quejas o resentimientos. Son personas que piensan que la vida les debe todo, y cuando no es así solo les queda afrontarla con amargura. Suelen responsabilizar a los demás de su mala suerte o de sus desgracias, y suelen pensar que su destino les juega la mala pasada de ser unos fracasados. Creen que la vida es injusta y que no merecen lo que están sufriendo y que todos los éxitos la salud o la fortuna están dándole la espalda. No son capaces de sentirse responsable de sus males, por lo que tampoco se conforman cuando las cosas mejoran.


Roble: Para los que luchan incesantemente por su bienestar. Probar de todo, aunque su caso sea desesperado. Están descontentos de si mismos en la enfermedad si esta les impide hacer lo que deberían estar haciendo. No pierden las esperanzas ni escatiman en esfuerzos: son los luchadores natos. Luchan hasta el punto de llegar a enfermar, contracturas de hombro, cuello y cervicales, fracturas, agotamiento, incluso infartos. No tienen tiempo ni ganas de escuchar a su propio cuerpo... hasta que éste les para por la fuerza.



Manzano Silvestre: Para aquellos que sienten que en su interior no está "muy limpio". Están obsesionados con la limpieza, dedicando su vida y su tiempo a esta intensísima necesidad. Esta obsesión suele guardar relación con la no aceptación de su propio cuerpo y cierta manía a la limpieza. Les puede causar repugnancia compartir el mismo plato o cubierto con alguien, o tener relaciones sexuales, puesto que temen "lo sucio que hay en ello".



miércoles, 6 de agosto de 2014

Aceite Esencial de Lavanda


El aceite esencial de Lavanda se extrae por destilación de las flores de la misma planta, cuyo nombre científico es Lavandula Officinalis.


HISTORIA

El nombre de la planta de la que se extrae este aceite, lavanda, viene del latín lavare=lavar, ya que en el Imperio Romano ya se utilizaba mucho en las termas o baños, precisamente para eso, para limpiar. Los egipcios también la usaban en sus inciensos y perfumes, Dioscórides en la antigua Grecia ya alababa sus propiedades.

Durante siglos se había perdido el uso de plantas y aromas esenciales para fines terapéuticos, pero en la primera mitad del siglo XX, un químico y perfumista francés sufrió un accidente en su laboratorio quemándose una mano, buscando aliviar su quemadura, sumergió dicha mano en el aceite esencial de Lavanda y gracias a eso se recuperó perfectamente. Fue entonces que empezó a estudiar las propiedades de este Aceite esencial y luego el de otras plantas, recuperando el poder terapéutico de los mismos para la humanidad.

PROPIEDADES BENEFICIOSAS

El aceite esencial de lavanda es uno de los más completos, versátiles y seguros de todos. Tomando precauciones, se puede llegar a utilizar puro y no disuelto, como suele ocurrir con la mayoría de los aceites esenciales. Además parece ser que el aceite esencial de Lavanda, potencia las propiedades de los demás aceites esenciales, por lo que hay quien recomienda que sea incorporado en cualquier mezcla de aceites esenciales con ese fin.
Sobre muchos problemas de piel es de gran ayuda en caso de estrías, acné, psoriasis, herpes, heridas dermatitis,  paspaduras, picaduras de abejas, avispas y mosquitos, inflamaciones, quemaduras y otros problemas de la piel, incluidas las infecciones tanto bacterianas como víricas y además evita la caída del cabello y la aparición de piojos. Para todos estos problemas el aceite esencial de Lavanda actúa como antiálgico, antinflamatorio, cicatrizante, reconstituyente, antibacteriano y antivírico. Es muy eficaz contra el olor de pies.

Sus propiedades antiálgicas no se limitan tan solo a la piel, en dolores musculares y articulares y en contusiones suele ser de gran ayuda, así como en dolores de cabeza, migrañas,  ya que también actúa como antinflamatorio y como calmante, sedante y relajante, de hecho es un aceite muy utilizado para dar masajes relajantes.

Tiene propiedades antidepresivas, y ansiolíticas, por lo que nos puede ser de mucha utilidad en caso de sufrir depresiones, ansiedad, angustia, o simplemente momentos en los que los nervios están un poco más alterados de lo normal. También es adecuado para los mareos y para el insomnio, que produce un sueño reparador.

También es estimulante de la digestión, del movimiento intestinal, de la producción de jugos gástricos y de bilis, por lo que ayuda en casos de indigestión, gases, dolores de estómago, vómitos, cólicos y diarreas. También es un buen remedio contra la halitosis.

Es armonizador y equilibrador, da sosiego, combate el mal humor, aporta paz, serenidad y armonía, limpia los ambientes y facilita la meditación o las prácticas espirituales.

 

PRECAUCIONES


Aun siendo uno de los aceites esenciales más seguros, siempre hay que probar en la muñeca que realmente no nos produce ninguna reacción, sobre todo las personas con pieles sensibles, ya que pueden tener reacciones alérgicas.

Al igual que muchos otros, el aceite esencial de lavanda no deberían usarlo las mujeres embarazadas, mujeres en época de lactancia ni los diabéticos. Y siempre es preferible no usarlo en niños menores de 2 años.

No se debe abusar de este aceite, ya que podría hacer el efecto contrario a lo que se desea, por lo que su abuso podría producir náuseas, vómitos y dolores de cabeza.



 

lunes, 4 de agosto de 2014

Propóleo


Es una sustancia producida con la resina de plantas y árboles recolectada por las abejas y que tiene un aroma dulce y un sabor levemente amargo. 

Su nombre proviene del griego, y significa delante de la polis, de la ciudad, ya que las abejas utilizan esta sustancia para rellenar las grietas de la colmena y también en la entrada de la misma para defenderla de microbios, bacterias o cualquier otro enemigo que la pudiera poner en peligro.
 

OBTENCIÓN Y CONSERVACIÓN


Para obtener propóleo, el apicultor coloca unas mallas o una tela diseñadas para este fin en las que Las abejas cubren  con propóleo, retirándose una vez al año. Estas mallas o tela se enrollan y se congelan, lo que hace que el propóleo se vuelva quebradizo, cayendo en un receptáculo desde el que se recoge y se refina, separando las impurezas y separando por tamaños. 

Si no se refina el propóleo se somete a un proceso de disolución, con alcohol etílico, glicol, agua o aceite, de donde se extrae la pasta de propóleo. 

La pasta de propóleo se elabora mediante la extracción con alcohol etílico y posterior deshidratación hasta alcanzar la textura deseada. Se utiliza principalmente como emulsionante en cosmética. 

A pesar de es un producto bastante estable, para que conserve todas sus propiedades hay que seguir estas medidas de conservación. Deberá conservarse en frascos de vidrio ámbar o topacio, para que esté protegido de la luz, y no exponerlo a temperaturas superiores a los 10 o 12 ºC, por lo que es conveniente guardarlo en el refrigerador.

Bien conservado el propóleo sin estar disuelto en alcohol puede aguantar en perfectas condiciones hasta un año, si está macerado en alcohol puede conservarse mucho más.

Los preparados de propóleo como los comprimidos o las cápsulas son los que duran en buenas condiciones más tiempo, pero tampoco se sabe a ciencia cierta cuánto pueden aguantar o si el proceso de liofilización le resta o no calidad al producto en cuanto a propiedades. 

Podemos encontrar en el mercado diversas presentaciones de propóleo: granulada, en polvo, en tabletas, spray, en tintura, en pomadas, cremas o ungüentos incluso en caramelos. 

PROPIEDADES NUTRICIONALES


Los valores nutricionales del propóleo varían según la especie vegetal a las que acuden las abejas. Aun así, generalmente los componentes del propóleo no suele variar demasiado.
Se han llegado a encontrar alrededor de 200 componentes diferentes, de las cuales la mitad aproximadamente son resinas que a su vez contienen flavonoides cuya acción principal es la de antioxidante. En menor cantidad, contiene ácidos grasos, proteínas, polen, minerales como aluminio, plata, bario, boro, cromo, cobalto, estaño, hierro y zinc y también vitaminas de grupo B y provitamina A.

BENEFICIOS DE SU CONSUMO


El propóleo es usado desde la época de los egipcios que lo utilizaban para elaborar sus cremas de embalsamar, también lo usaba Aristóteles como remedio para las infecciones de la piel. Ya en esos tiempos se le atribuía las propiedades antisépticas y cicatrizantes. 

  • Como antiséptico para tratar múltiples infecciones, sobre todo las de las vías respiratorias, tales como gripe, sinusitis, laringitis, , amigdalitis, bronquitis, aunque también en gingivitis,
  • Por sus propiedades antivíricas, antifúngicas, cicatrizante, y antinflamatorio es de gran ayuda en numerosas afecciones de la piel.
  • Aumenta la capacidad defensiva del organismo.
  • Actúa como anestésico
  • Regula el apetito, actúa como protector hepático y ayuda en caso de úlceras en el tracto digestivo.
  • En el sistema circulatorio actúa como hipotensor, regulando la presión arterial e inhibe la oxidación del colesterol.
  • En la boca impide la formación de la placa bacteriana, protegiendo de esta manera a las piezas dentales de la caries y ayuda en la curación de las aftas.
  • Resulta muy útil en casos de vaginitis e infecciones urinarias.
  • Tiene propiedades antioxidantes, por lo que también puede resultar preventivo de enfermedades como el cáncer o el SIDA.
 

CONTRAIDICACIONES

 

Al estar compuesto de polen el propóleo puede causar reacciones alérgicas tanto si se usa externamente como internamente. Es recomendable que, si nunca lo ha tomado, empiece por una ingesta mínima, y en caso de alguna reacción cesar con la administración inmediatamente.

En caso de niños se debe reducir siempre la dosis a la mitad. La dosis recomendada para un adulto es de 3 gr. Diarios.

Por muy sano que sea el propóleo, todos los abusos son contraproducentes, pudiendo en el caso de propóleo causar vómitos, náuseas u otros problemas gastrointestinales.