miércoles, 6 de agosto de 2014

Aceite Esencial de Lavanda


El aceite esencial de Lavanda se extrae por destilación de las flores de la misma planta, cuyo nombre científico es Lavandula Officinalis.


HISTORIA

El nombre de la planta de la que se extrae este aceite, lavanda, viene del latín lavare=lavar, ya que en el Imperio Romano ya se utilizaba mucho en las termas o baños, precisamente para eso, para limpiar. Los egipcios también la usaban en sus inciensos y perfumes, Dioscórides en la antigua Grecia ya alababa sus propiedades.

Durante siglos se había perdido el uso de plantas y aromas esenciales para fines terapéuticos, pero en la primera mitad del siglo XX, un químico y perfumista francés sufrió un accidente en su laboratorio quemándose una mano, buscando aliviar su quemadura, sumergió dicha mano en el aceite esencial de Lavanda y gracias a eso se recuperó perfectamente. Fue entonces que empezó a estudiar las propiedades de este Aceite esencial y luego el de otras plantas, recuperando el poder terapéutico de los mismos para la humanidad.

PROPIEDADES BENEFICIOSAS

El aceite esencial de lavanda es uno de los más completos, versátiles y seguros de todos. Tomando precauciones, se puede llegar a utilizar puro y no disuelto, como suele ocurrir con la mayoría de los aceites esenciales. Además parece ser que el aceite esencial de Lavanda, potencia las propiedades de los demás aceites esenciales, por lo que hay quien recomienda que sea incorporado en cualquier mezcla de aceites esenciales con ese fin.
Sobre muchos problemas de piel es de gran ayuda en caso de estrías, acné, psoriasis, herpes, heridas dermatitis,  paspaduras, picaduras de abejas, avispas y mosquitos, inflamaciones, quemaduras y otros problemas de la piel, incluidas las infecciones tanto bacterianas como víricas y además evita la caída del cabello y la aparición de piojos. Para todos estos problemas el aceite esencial de Lavanda actúa como antiálgico, antinflamatorio, cicatrizante, reconstituyente, antibacteriano y antivírico. Es muy eficaz contra el olor de pies.

Sus propiedades antiálgicas no se limitan tan solo a la piel, en dolores musculares y articulares y en contusiones suele ser de gran ayuda, así como en dolores de cabeza, migrañas,  ya que también actúa como antinflamatorio y como calmante, sedante y relajante, de hecho es un aceite muy utilizado para dar masajes relajantes.

Tiene propiedades antidepresivas, y ansiolíticas, por lo que nos puede ser de mucha utilidad en caso de sufrir depresiones, ansiedad, angustia, o simplemente momentos en los que los nervios están un poco más alterados de lo normal. También es adecuado para los mareos y para el insomnio, que produce un sueño reparador.

También es estimulante de la digestión, del movimiento intestinal, de la producción de jugos gástricos y de bilis, por lo que ayuda en casos de indigestión, gases, dolores de estómago, vómitos, cólicos y diarreas. También es un buen remedio contra la halitosis.

Es armonizador y equilibrador, da sosiego, combate el mal humor, aporta paz, serenidad y armonía, limpia los ambientes y facilita la meditación o las prácticas espirituales.

 

PRECAUCIONES


Aun siendo uno de los aceites esenciales más seguros, siempre hay que probar en la muñeca que realmente no nos produce ninguna reacción, sobre todo las personas con pieles sensibles, ya que pueden tener reacciones alérgicas.

Al igual que muchos otros, el aceite esencial de lavanda no deberían usarlo las mujeres embarazadas, mujeres en época de lactancia ni los diabéticos. Y siempre es preferible no usarlo en niños menores de 2 años.

No se debe abusar de este aceite, ya que podría hacer el efecto contrario a lo que se desea, por lo que su abuso podría producir náuseas, vómitos y dolores de cabeza.



 

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